La ‘venta’ de viviendas usurpadas crece entre particulares en España | En Canarias se denunciaron hasta junio 311 ocupaciones ilegales, un 13% más
«La semana pasada tuvimos un caso de okupación de una casa vacía que estaba en venta. Las personas que se habían instalado nos dijeron que si les devolvíamos los 1.200 euros que ellos habían pagado por entrar, ellos se iban». Plácido González, presidente de la Asociación Canaria de Empresas de Gestión Inmobiliaria (Acegi), relata una práctica que se ha convertido en habitual en los últimos tiempos: mafias que juegan con la necesidad de quien necesita un techo y que ignoran el valor de la propiedad privada.
En Canarias se producen estos casos, aunque con menor frecuencia en que en la Península. «Yo no te firmo ningún papel. Tú me das el dinero en mano, me voy y entras el mismo día», explica el okupa de una vivienda en la periferia de Alcalá de Henares (Madrid). Por 2.000 euros ofrece un piso de dos dormitorios que, según él, nadie reclama. La policía no será problema: «Puede pasar y pedirte la documentación, pero no pasa nada». Los vecinos tampoco: «Hay otros dos okupas en el edificio». Y luz y agua están enganchadas: «No hay calefacción, pero como no pagas luz, puedes poner radiadores eléctricos», dice el inquilino ilegal.