2020 ha sido un año excepcional y casi sin precedentes debido a la irrupción de la COVID-19 que ha trastocado la economía a nivel mundial. Como es lógico, el mercado inmobiliario no ha sido ajeno a esta realidad, y la actividad en este sector también se ha visto afectada por la pandemia. No obstante, la paralización de la economía en muchos mercados contrasta con el dinamismo que está viviendo el mercado inmobiliario, especialmente desde el final del primer estado de alarma, que finalizó el 20 de junio. “Desde el inicio de la desescalada, el mercado inmobiliario está viviendo un momento de mucho dinamismo y en el que la demanda de vivienda se ha despertado con mucha fuerza. Los españoles han vivido un confinamiento domiciliario en el que han visto que sus viviendas no se adaptan a sus necesidades y muchos de ellos han decidido buscar una nueva casa”, explica Anaïs López, directora de Comunicación de Fotocasa.
De hecho, el estudio “Medio año de pandemia: impacto en el sector inmobiliario” publicado recientemente por Fotocasa, muestra que la COVID-19 ha hecho bajar levemente la participación en el mercado inmobiliario: mientras que en febrero un 31% de los particulares mayores de 18 años estaban interactuando con el mercado inmobiliario, este porcentaje ha pasado al 27%. Es decir, la pandemia ha provocado una caída de cuatro puntos porcentuales en la participación en el mercado inmobiliario. “Los datos muestran que el dinamismo del sector ahora mismo es muy elevado y que la pandemia no ha hecho bajar drásticamente la participación en el inmobiliario. De hecho, son muchos los españoles que están vendiendo y alquilando y otros muchos que quieren comprar o alquilar”, remarca Anaïs López.