El mercado inmobiliario estuvo «congelado» en su conjunto con el confinamiento. Al vacacional le puede costar más reponerse. En primer lugar, porque, con cifras de Fotocasa, si en 2017 el 12% de los potenciales compradores de vivienda buscaba una segunda residencia, en 2020, apenas representan un 9%. A ello se suma la depresión de la demanda extranjera, a la que se ha dado una vuelta de tuerca en la última semana, con la decisión del Reino Unido de aplicar cuarentenas a los viajeros que regresen al país procedentes de España; o a las recomendaciones vertidas por Francia o Alemania a sus ciudadanos de que no viajen a determinadas regiones españolas.
Solo esas tres nacionalidades suponen casi el 50% de los compradores de viviendas vacacionales en España, según los números de Tinsa. El cierre total de fronteras paralizó el mercado de costa. Las nuevas medidas, que no son tan drásticas, alargarán la sequía de operaciones.